A
partir de ese día sus pastos empezaron a ser muy productivos y sus vacas parían
de a dos terneros. Un buen día apareció entre su ganado un macho negro, muy
grande de cascos blancos y pensó que se trataba de un animal escapado de otra
hacienda.
Pero
Juan Machete, tras hacerse rico al comprar mucho ganado y multiplicarlo, todo
comenzó a desaparecer.
Cuenta
la leyenda que Juan Machete desapareció también y que sus tesoros quedaron
enterrados en la sabana.
Se
dice que si uno se presenta desnudo en el lugar adecuado, aparece el Alma de
Juan Machete y se puede negociar con él un gran tesoro. No obstante, muchos que
lo han intentado huyen espantados al ver al Alma vomitando fuego.
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